EPÍLOGO II

LA DUREZA Y LA PIEDAD

Los desaparecidos fueron aquí

se encajaron entre nosotros

y ven a través de tus ojos,

cuando salen a la calle

hay un presidente bisoño

los jóvenes agitan insólitas banderas

el bus ha cambiado de precio

el chiste del viejo tirano

pasó de moda y los desinteresados

se toman fotos bebiéndose la tristeza.

Los cielos son solo semejantes

Los adolescentes preguntan

¿qué onda?

no quieren que otros pasen

rayando su horizonte,

ya aprendieron,

que la dureza de la historia

no tiene la piedad del tiempo.

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