Entrega II. LOS TIRARON AL MAR.
Transformados en descendientes se desvanecen
ondulan hundiéndose los pétalos cortados
marinos patria tras patria deshabitados
caminan con sus preguntas sobre el fondo
llenándose de un limo blanco resbaladizo
Quizá sin cesar apátridas y absortos
desgastan sus huesos bajo las olas
para salvar pálidos espejos y retratos
tal vez donde la noche en su abismo de granito
enfría eternamente la neblina del amor
protegen un pequeño sol envuelto en diarios.
Con ese vaivén que lima sus fragmentos
quizá suben desde las algas a los pueblos
inquietando con sus chaquetas empapadas
las citas de las empleadas del hogar
buscando para sus remotos Domingos
algo con que alegrar esa palidez,
y regresan con sus bototos de caracoles
al silencio de sus túneles azulados.
#